Abril es un mes emblemático para celebrar un día especial para los
niños. Aunque en el ámbito mundial se tiene declarado el 26 de noviembre como
el Día universal de las niñas y de los niños, en Colombia se dedica este mes
para recordar que los infantes no solo necesitan de la recreación, sino también
de políticas públicas, atención y, sobre todo, protección de sus derechos. El
panorama muestra que Colombia acogió la Convención sobre los derechos de los
niños y las niñas en 1989, en 2006 creó el Código de Infancia y Adolescencia
para garantizarlos y existen programas para la protección de los derechos de la
niñez como el proyecto de madres comunitarias, la cobertura del Icbf, el
programa De cero a Siempre y Buen Comienzo, en el caso local. Pero las cifras
muestran problemáticas en aspectos como la nutrición, las violencias
(intrafamiliar y sexual), el acceso a la educación y el trabajo infantil, según
explican los expertos. “A pesar del amplio panorama legal, constitucional y de
obligaciones internacionales referentes a los derechos de los niños que existe
en Colombia, aún existen múltiples vacíos con respecto a su cumplimiento y
realización, por lo que niños, niñas y adolescentes permanecen en una clara
situación de vulnerabilidad”, sintetiza un informe del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar, Icbf, llamado Situación actual y financiamiento. Ruta de
universalización de los derechos de niños, niñas y adolescentes de 6 a 17
años.
Por su parte, un informe publicado por la ONG Save the Children muestra
una situación que merece más atención: “en promedio, en Colombia, 2,5 personas
menores de edad son asesinadas cada día. Hay que destacar que, según Medicina
Legal, en los casos en los que se conoce el presunto agresor, un familiar fue
señalado del crimen: en 23 ocasiones para asesinatos de niños y niñas en su
primera infancia; 5 en la infancia y 12 en la adolescencia”, explica el
documento.
La responsabilidad es compartida: Para los estudiosos
de la infancia y la protección de sus derechos, los primeros años de vida son
clave pues es el momento de desarrollo de sus conocimientos, modales y
elementos más importantes; por tanto se debe prestar total atención en la
intervención, pues de lo que viva el niño o niña en esta época dependerá la
formación de su carácter y su personalidad. En ese sentido, la responsabilidad
y la garantía a los menores de edad corresponde a la familia en primera
instancia. Lea: Philip Cook: “Los niños
nos pueden salvar” de los problemas mundiales. “Cualquier tipo de
violencia en contra de la niñez es inadmisible y, además, prevenible. Lo más
preocupante es que el contexto familiar, que por excelencia debería ser el
llamado a proteger a los niños y niñas, es el ámbito en el que suceden las
peores violencias en su contra”, afirmó María Paula Martínez, directora
de Save the Children. Por tanto, diversos actores de la sociedad deberían
estar involucrados en la protección de los niños desde la edad cero. “En su
orden, la familia, la sociedad y el Estado son los garantes de los niños, las
niñas y adolescentes.
La responsabilidad principal recae en la familia, son responsables de la
atención, del cuidado, de la protección, de la educación, de crear espacios
culturales y recreativos. Cuando el padre o la madre no son garantes, entra el
papel importante en la sociedad de poner la denuncia ante las entidades que
garantizan que los derechos sean restablecidos, para que no sean
invisibilizados”, opinó Andrés Felipe Cano, Comunicador Social-
Periodista con experiencia en este tópico. “Cada vez hay una apuesta
más clara por la superación del trabajo sectorial y la generación de espacios
de construcción interinstitucional que convocan en muchas ocasiones, no solo
los esfuerzos del Gobierno Nacional, sino también de las organizaciones no
gubernamentales (ONG), la cooperación internacional, la sociedad civil
y el sector privado”, puntualiza el documento. Es así como, de acuerdo a
conocedores de la materia, debe tenerse en cuenta el rol de cada actor de la
sociedad en el cumplimiento de los derechos de protección de los niños y niñas.
La familia, pilar fundamental: Aunque todos saben de la importancia de poner atención a los niños, las personas en ocasiones no tienen el conocimiento suficiente y, teniendo en cuenta que sean padres de familia deberían haber programas encaminados, según Álvarez, a educar en el deber ser. “Hay que promover pautas de crianza, acompañamiento Estado- sociedad- familia y el tema es tiempo, presencia, compromiso, no es solamente presencia sino acompañamiento. No es esperar que el Estado haga algo por mis hijos”, determinó el director de Cariño.
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